jueves, 21 de abril de 2011

Sigur Rós



Oí por primera vez a Sigur Rós, aunque resulte muy prosaico, en el programa de televisión de Cuatro, Desafío Extremo. Desde entonces ya han intentado emular el mágnífico trabajo que viene realizando el equipo encargado de la ambientación musical de este programa. Desde que sonó Glósóli mientras Jesús Calleja, o más bien, Emilio Valdés, nos enseñaba los apocalípticos paisajes que había dejado el volcán islandés que, ahora, hace un año entró en erupción, he vuelto a oir este tema en varias ocasiones, las más recientes en Desafío Extremo de TVE o, incluso, en un anuncio de Decathlon, con lo que de manera inconsciente comenzamos a relacionar esta música con la montaña y los deportes asociados a ella.
Desde luego, para mí, oir a este grupo islandés ha supuesto un muy agrdable descubrimiento que, de nuevo, desde aquí quiero haceros llegar. La originalidad de su sonido tiene, sin embargo, ecos de Pink Floyd o incluso, en algún tema de The Beatles. Os los recomiendo sin duda alguna y para que abráis boca os dejo aquí algunos enlaces para que los disfrutéis ya.
Von
Agaetis byrjun
Staralfur
Glósóli
y, por supuesto Hafssol (ni caso al gato: el sonido es bueno) con una versión en directo para que veáis los usos que hacen de las guitarras eléctricas.


miércoles, 20 de abril de 2011

El problema subyacente en España

Esta mañana he acudido a una consulta médica que tenía en el nuevo hospital que está funcionando en Valencia desde hace tan sólo dos meses. A la salida he ido un momento al servicio y no me he podido resistir a fotografiar este cartel colgado junto a la cisterna: me ha dado mucho que pensar (no ha sido el único ejemplo digno de fotografiarse, pero sólo a éste he tenido un acceso discreto).
Para los que tengáis dificultad al leerlo copio aquí lo que estas dos personas han escrito:

Sí que funciona la cisterna. Hay que apretar fuerte.

NO FUNCIONA BIEN.
Todo el mundo no tiene tanta fuerza como la que hay que tener para que funcione.
- cabe solucionar el problema -

jueves, 14 de abril de 2011

Esos locos...




Siempre he sido de las que prefiere el agua a la tierra: yo he viajado más de 400 Km para poder nadar el Banyoles, y no por la competición sino por nadar al aire libre, para tener otra vista, otra experiencia del lago... Hace 2 años comencé a combinar la natación con la carrera y... bueno... es otro ritmo, otra sensación... y si te lo quitan, estás perdido. Te vas de viaje y escondes entre el equipaje las zapatillas para poder correr los caminos que vas a conocer y digo escondes porque, efectivamente, correr significa dedicarte esa hora al día, ese momento en el que los demás casi molestan...
Llevo, por problemas físicos, casi un mes sin poder salir a correr y este video ha hecho que me saltaran las lágrimas esta mañana.